Queridos lectores. No sé si a vosotros os pasan estas cosas, pero fijaos qué coincidencia…
Como todo el mundo, soy receptiva a los mensajes de los medios de comunicación sobre la importancia de comunicar nuestra sonrisa con unos dientes relucientes.
Hace tiempo que yo quería hablar en mi revista de la necesidad de mantener la boca bien cuidada, por ser la entrada a nuestro cuerpo donde se producen los primeros pasos para la digestión de los alimentos y que puede provocar afecciones en muchos órganos de nuestro interior.
En conversaciones con amigos, más de una vez se habla de las sonrisas tan bonitas que se producen al tener unos dientes armonizados y de la importancia de la salud y de la estética de los dientes. Es raro quien no haya pensado en algún momento arreglarse la boca por distintos motivos.
Pues bien, y aquí está la serendipia, en muchísimos casos en los que he conversado de estos temas, con distintas personas que no tienen relación entre ellas, siempre me acababan hablando de Fabiola Ibáñez y de Miguel Mensaque como referentes del buen hacer profesional como dentistas, sin que yo le echara cuenta al hecho coincidente de que distintas personas me hablaran siempre de ellos.
Pero el remate es que hace unos días, una muy buena amiga, Lola Cebolla, me comentó que había hecho la web de una clínica dental y que le habían parecido unos maravillosos profesionales. ¿Sabéis a quienes se refería?.
Sí. ¡A Fabiola y a Miguel!